miércoles, 18 de abril de 2018

Historias cortas para venas largas - Fantasía

Dicen que cuando lees un libro, lo vuelves tuyo. Y él amaba demasiado a sus libros. Desde que era sólo un niño, comenzó a juntar su extensa biblioteca personal con libros de toda clase. Desde libros de fantasía hasta enciclopedias de historia de diferentes lugares y épocas. El señor Stevenson siempre estaba comprando y leyendo libros.

Hay quien dice que el señor Stevenson se volvió completamente loco por sus libros y que en varias ocasiones lo vieron hablando con ellos. Otros incluso decían que el señor Stevenson cuidaba tanto a sus libros que los besaba cada noche antes de dormir. Pero la gente siempre tiende a criticar lo que desconoce.

La verdad es, que el señor Stevenson tenía una capacidad asombrosa. Él podía entrar en sus libros y vivir la historia a lado de sus protagonistas. El señor Stevenson vivió cada capítulo, cada fragmento de la historia y cada aventura fantastica que caía en sus manos. Él viajaba sin salir de su casa, aprendía movientos de baile, pelea y deportes sin siquiera pararse de su sillón. El señor Stevenson vivía la vida a través de sus libros.

Un día la gente del barrio dejo de ver al señor Stevenson y pensaron lo peor, que había fallecido y que muy probablemente al entrar en su casa encontrarian a un hombre sin vida debajo de una montaña de libros. Pero no fue así, al entrar en aquella casa convertida en biblioteca, la gente no encontró nada… sólo un montón de libros ordenados y cuidados pulcramente.

Del señor Stevenson no hubo ningún rastro… Pero si he de decirles la verdad, eso fue porque no buscaron bien, si alguien hubiese buscado en el estante etiquetado con la letra "S", hubiese hayado el libro titulado "Stevenson y su gran odisea". Y dentro de él hubiese hayado al señor Stevenson… un señor Stevenson cegado por la fantasía creada para si mismo… Un pobre hombre que se perdió de la vida real. Un esbozo de hombre, muerto en vida dentro de una aventura interminable que nunca será real.