martes, 15 de mayo de 2018

Historias cortas para venas largas - La bestia

Cómo en un cuento de hadas.
Érase una vez en un lugar muy, muy al centro de América. Donde la pobreza, el narcotráfico, la violencia, la muerte, las pandillas y la corrupción son cosas de todos los días… Ahí fue donde crecí, pero mi familia no quería eso para mí, así que un día escapamos de nuestro pequeño calabozo de lámina y concreto, para iniciar la travesía. Derribamos las rejas y pasamos a los guardias nocturnos que drogados y con pistola en mano nos hubieran matado por un poco de dinero.

Cuando llegamos al sitio dónde subiríamos a la bestia y huiriamos, nos encontramos con decenas de gente como nosotros, buscando el mundo prometido. A las 3 A.M. llegó la bestia, toda vestida de acero, emanando humo de sus orificios y rugiendo demostrando su fortaleza. Nos montamos en su lomo y con el corazón a mil por hora seguimos adelante

Pasamos días calurosos, en los que nuestra piel sufrió el acero con quemaduras e insolación.
Días de lluvia que hizo que algunos resbalaran y cayeran entre los pies de la bestia y en el mejor de los casos al piso.
Noches de insomnio y días en los que algunos ya no amanecian arriba de la bestia.

La primera vez que bajamos de la bestia, según papá, para después caminar y abordar otra. Mi papá me dijo que estábamos por entrar al infierno, que esperaba que Dios nos ayudase. No entendía porque lo decía, pero en mi memoria, recuerdo recuerdo que fuimos parados por pistoleros en varias ocasiones, dónde nos quitaron nuestras cosas. A veces, se llevaban a las mujeres y después de un tiempo ellas regresaban llorando. La risa de aquellas personas era inhumana y me daba mucho miedo… mientras más avanzabamos en esta travesía, menos era la gente a nuestro lado. La bestia los devoraba.

Solo recuerdo que mi madre me abrazaba en la noche en aquel desierto, en el que llevábamos 4 días caminando. Mientras papá era derribado por unos hombres que hablaban diferente. Papá decía: "sigan adelante, lo volveré a intentar... Esperenme del otro lado".

Eso fue hace 5 años, papá no ha llegado y el paraíso solo era una mentira disfrazada en el espejo de nuestros ojos… Colorín colorado, espero que esta historia no haya terminado.