lunes, 10 de diciembre de 2018

Historias cortas para venas largas - Ganar

En un parque cualquiera, en un país en silenció, se encontraba un niño sentado en un parque: con un yeso en su pierna derecha, un rostro triste y una vista fija a un grupo de niños que jugaban y reían.
Frente al niño se encontraba un tablero de "damas chinas" organizado para empezar el juego. Pero nadie se acercaba a jugar con él.

Después de unos minutos un señor con una camisa de manga larga y un sombrero de estilo Fedora se acercó al niño y con una sonrisa le pidió permiso para sentarse y jugar una partida con él.
El niño un tanto extrañado y precavido, miró al señor y le pregunto por el nombre a este, alegando que sus padres le habían advertido sobre la gente desconocida.

El señor solto una pequeña risa y procedió a presentarse.
- Me llamo Gerardo Juárez, soy ingeniero y vengo de muy lejos solo para jugar una partida de damas contigo.

El niño se sorprendió y después de vacilar por algunos momentos accedió a jugar con aquella persona.

Durante la partida el señor, comenzó a interrogar al menor, que contestaba automaticamente mientras se encontraba ocupado pensando su siguiente jugada.



Cuando la partida avanzó y la fichas se hicieron cada vez menos, el señor comenzó un pequeño discurso que el niño escuchó atento.

- Eres bastante bueno en cuanto a la estrategia. Deberías enfocarte en desarrollar esa habilidad, niño. Después de todo el día de mañana tal vez tu país requiera de personas cómo tú. Con hambre de ganar y con la inteligencia para hacerlo posible. Eres un diamante en bruto que con el tiempo brillarás y verás el amanecer de tu nación… Prométeme algo, nunca dejes de desarrollar tus habilidades, pero sobretodo nunca corrompas tus ideales.

El señor extendió el brazo y reacomodando las fichas en el tablero aceptó su derrota contra el niño. Una vez cada ficha estuvo en su posición, el señor se quitó el sombrero y con lágrimas en los ojos se encaminó a la salida del parque.

El niño no entendió porqué pero esas palabras llenas de una angustia silente y desahuciada se quedaron grabadas en su mente.

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Año 2058:
Por un portal de luz accedia una silueta varonil, sacándose algunas lágrimas de los ojos. Mientras varias personas en bata se acercaban a él y fuertes estallidos desconocidos ambientaban el lugar.



- Es la última salvación para ellos. Ojalá entiendan el mensaje y cambien está Dantesca historia que nos está consumiendo… Tiempo estimado.

+ 3 horas, General.

- Vayan al comedor y cenen... Ahí esperaremos el final.